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Hoy vamos a hablar de la artritis, así evitamos confundirla con la artrosis de la que ya hablábamos en otro post.
La artritis es la hinchazón y la sensibilidad de una o más de las articulaciones. Sus principales síntomas son dolor y rigidez de las articulaciones, que suelen empeorar con la edad. Los tipos más frecuentes de artritis son la artrosis y la artritis reumatoide.

La artrosis hace que el cartílago, el tejido duro y resbaladizo que recubre los extremos de los huesos donde forman una articulación, se rompa. La artritis reumatoide es una enfermedad en la cual el sistema inmunitario ataca las  articulaciones, comenzando con el revestimiento de estas.

Los cristales de ácido úrico, que se forman cuando hay demasiado ácido úrico en la sangre, pueden causar gota. Las infecciones o enfermedades subyacentes, como la psoriasis o el lupus, pueden causar otros tipos de artritis.

Los tratamientos varían según el tipo de artritis. Los principales objetivos de los tratamientos contra la artritis son reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Algunos de los signos y síntomas más comunes de la artritis afectan las articulaciones.

Dependiendo del tipo de artritis, los signos y síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Dolor, rigidez, hinchazón, enrojecimiento o disminución de la amplitud de movimiento.

No se conoce la causa de la artritis reumatoide, pero se sabe que es el propio sistema inmune del paciente el que ataca a las propias articulaciones por lo que a esta enfermedad se la encuadra dentro de las enfermedades autoinmunes.

Se plantean una serie de posibles factores causales o participantes en la génesis de esta enfermedad:

  • Genética, hormonal, ambiental o tabaquismo.

Para su diagnóstico, no hay ninguna prueba actualmente que pueda determinar con certeza la artritis reumatoide. El médico se basará en la historia clínica y en el estudio físico. Para un mayor estudio se realizan rayos X de las articulaciones afectadas, así como un estudio sanguíneo donde se puede estudiar el factor reumatoide y la proteína C reactiva. Para el diagnóstico de un paciente al menos tiene que presentar 4 de estos 7 criterios:

  • Rigidez matutina de más de una hora.
  • Artritis simétrica.
  • Artritis de 3 o más articulaciones.
  • Artritis de las articulaciones de la mano.
  • Factor reumatoide positivo.
  • Nódulos reumatoides.
  • Alteraciones en RX que incluya osteoporosis yuxtaarticular o erosiones.

El tratamiento de pacientes con artritis reumatoide se va a centrar en la disminución de sus síntomas: reducir la hinchazón, el dolor, también reducir o enlentecer el daño de la articulación, ayudar a las personas a mantenerse activas el mayor tiempo posible y aumentar su bienestar.

Es importante la actividad física y el reposo, la actividad física ayuda a mantener el tono y la fuerza muscular, así como un buen estado físico general. Se recomienda que en periodos donde no hay inflamación se realice el ejercicio físico, y en periodos de mucha inflamación permanecer en reposo.

Desde el campo de la fisioterapia se puede trabajar de diferentes formas:

  • Laser de baja potencia y TENS: disminuyen el dolor a corto plazo.
  • La combinación de parafina y ejercicios activos también son eficaces contra el dolor.
  • La aplicación de frío/calor.
  • Uso de férulas para ayudar a mantener posturas y prevenir deformidades.
  • Masoterapia y terapia manual. Se debe evitar en períodos de inflamación.
  • Deben de ser suaves, superficiales y progresivas, tienen efectos sedativos, circulatorios y tróficos.
  • Reeducación muscular. Se realiza mediante ejercicios isométricos de todos los movimientos posibles dependiendo de la articulación afectada.
  • En caso de una mano se pueden realizar ejercicios isométricos hacia la flexión, extensión y desviaciones cubitales y radiales, se sostiene durante unos segundos la resistencia y se relaja.
  • Estos ejercicios tienen la ventaja que como no existe movimiento articular en momentos de inflamación no están desaconsejados.
  • Movilización articular. Es importante para mantener lo más flexible posible las articulaciones. Hay que prestar más atención a los períodos de inflamación. Se puede realizar ejercicio activo, recomendados en la fase aguda, si el paciente no completa arco de movimiento se puede realizar activo-asistido; por otro lado, los ejercicios pasivos, en fase aguda no se recomienda ya que pueden aumentar la inflamación, aumentando la presión intraarticular y provocando una rotura de la cápsula articular.
  • Estiramientos. Para evitar contracturas y mantener la amplitud articular.
    Contraindicados cuando existe inflamación.
  • Hidroterapia. El trabajo en piscina es muy recomendable en estados de inflamación, la flotación ayuda a proteger las articulaciones y facilita los movimientos.
  • Ejercicio aeróbico: Puede ser caminar o montar en bici, ayuda a bienestar general y a mantener una salud física buena.

Desde Fisioterapia O Chanto, queremos recalcar que gracias al tratamiento precoz de fisioterapia se puede conseguir la prevención de deformidades, una mayor independencia del paciente, un ahorro de energía al realizar las actividades de la vida diaria y un aumento de la autoestima a la hora de enfrentarse con una actividad cotidiana.
Es por ello, por lo que la figura de la fisioterapia juega un papel determinante en el tratamiento precoz de la artritis reumatoide por la dependencia que puede causar esta patología y el deterioro de la imagen personal.