Ya empiezan a verse peregrinos por Sarria en su Camino a Santiago de Compostela. Aunque si no fuese por las circunstancias que vivimos serían miles de personas las que ya lo habrían hecho a estas alturas del año, para que os hagáis una idea, en marzo de 2021 solo 194 peregrinos llegaron a Santiago frente a 1948 peregrinos en misma fecha del año pasado o 7474 peregrinos que llegaron a Santiago también en el mismo mes de 2019.
No obstante, los que lo hacen y lo vayan a hacer, se enfrentan a días de duras caminatas o rutas en bici, que se van sumando día tras día y que sin la preparación suficiente o la prevención pueden pasar factura físicamente. Por ello en este post vamos a hablaros de las lesiones más frecuentes que suelen darse haciendo el Camino de Santiago, para que los futuros peregrinos puedan prevenir y evitar caer en ellas.
Las lesiones más comunes son:
Sobrecargas musculares: Por no dar suficiente descanso a la musculatura entre una jornada y la siguiente o no tenerla preparada para afrontar dicho reto.
Fascitis plantar: Se trata de la inflamación de un tejido grueso y elástico que tenemos en la planta del pie y que se extiende desde el hueso calcáneo (situado en el talón) hasta la zona metatarsal (debajo de los dedos). Se puede desencadenar por una sobrecarga en la zona al caminar mucho en días consecutivos.
Tendinopatías: Muy típicas por falta de preparación previa o por la elección de un calzado inadecuado. La más frecuente es la que afecta al tendón de Aquiles, pero también son habituales en los peregrinos la rotuliana y la del tendón del cuádriceps por las bajadas prolongadas.
Esguinces: El más frecuente es el que afecta al ligamento lateral externo del tobillo. Son producidos por caminar en terrenos irregulares y sobre todo, cuesta abajo.
Contusiones: más frecuentes en aquellos que deciden hacer el Camino de Santiago en bicicleta ya que la desigualdad de terreno en algunos parajes puede incidir de forma negativa el desempeño del ciclista.
Fracturas: Pueden ser producidas tras un golpe o por un movimiento brusco de torsión (traumáticas) o por una sobrecarga (también denominadas por estrés), sobre todo debidas al esfuerzo de caminar tantas horas y días consecutivos por terrenos irregulares. Entre los peregrinos, las más habituales son las maleolares (en el tobillo) y las de los cinco metatarsianos.
Lesiones meniscales: Los meniscos son los «amortiguadores» de la rodilla. Son los encargados de distribuir las cargas que soporta esta articulación y de proporcionarle estabilidad. Durante el Camino, las rodillas, son una de las zonas que más sufren por la sobrecarga a las que las sometemos durante las etapas. Son frecuentes los desgarros.
Artritis traumática: sobre todo en los miembros inferiores. Consiste en una inflamación en la articulación producida por microtraumatismos. En su origen, tienen mucho que ver los descensos pronunciados y prolongados, el peso de la mochila y las largas caminatas.
Ampollas: Estadísticamente ocupan el primer puesto de lesiones comunes, ya que 4 de cada 5 peregrinos la sufre. Aparecen debido al roce y fricción constante entre el calzado, las medias y la piel maltratada y deshidratada por los kilómetros caminados, o por la excesiva sudoración que puede aparecer sobre todo en épocas de calor. Varían desde ampollas incipientes que no causan gran malestar, hasta aquellas donde aparece líquido dentro de ella y corren riesgo de infectarse, causando mucho dolor.
Todas estas lesiones no deben asustarnos ni provocar que no hagamos el Camino, pero si debemos tomar conciencia y preparar el cuerpo previamente además de elegir bien el material que vamos a llevar con nosotros, y de esta manera, evitarnos que una experiencia tan bonita como es hacer el Camino de Santiago nos deje un recuerdo agridulce en nuestras vidas. En Fisioterapia O Chanto tenemos mucha experiencia en tratamiento de lesiones a peregrinos y para evitarlas os recomendamos que pidáis siempre consejo a vuestro fisioterapeuta de confianza o nos escribáis a nuestro correo donde estaremos encantados de poder ayudaros.