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Rescatamos este vídeoconsejo de la Campaña “12 meses, 12 consejos de salud”, que publicó hace varios años el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Galicia (CoFiGa) ya que se trata de una pregunta muy frecuente entre los pacientes que vienen a consulta.

Hacerse estallar los dedos u otras articulaciones es perjudicial ya que, con el paso del tiempo, esta acción provoca que tanto la propia articulación como otras estructuras que las rodean, como ligamentos o tendones, se desgasten innecesariamente.

Las articulaciones están rodeadas por una cápsula sinovial con líquido y una cierta cantidad de gases, como oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono, cuya principal función es la de lubricar las articulaciones para que los huesos no se desgasten.

En el videoconsejo que trata este tema, se pone de manifiesto que para provocar el chasquido, la articulación se coloca en una posición determinada, que hace que el espacio entre los huesos aumente, al igual que el volumen de la cápsula sinovial. Se crea así, una zona de baja presión que provoca que los gases salgan del líquido sinovial en forma de burbujas que estallan, que son las que producen ese sonido de crujido tan característico.

Si este chasquido lo provocamos nosotros mismos, es que estamos movilizando la articulación más de lo que deberíamos, generando desequilibrio. Al fomentar ese desequilibrio, cada vez nos parecerá que necesitamos estallarnos más las articulaciones y, aunque que a corto plazo podamos notar una cierta liberación, a largo plazo este comportamiento generará una serie de problemas en la articulación.

Con todo, si este chasquido lo provoca un profesional cualificado -como es el caso de los fisioterapeutas- durante un tratamiento, es que con él, está aumentando el movimiento de una zona rígida para equilibrar las zonas con mayor y menor movimiento, por lo que sí resulta beneficioso.

Por todo esto, en los casos en los que la propia constitución corporal favorezca la aparición de los crujidos articulares, es recomendable que se visite un profesional sanitario para valorar el caso, por si se tratase de una cuestión de desequilibrio articular o muscular.

Cómo cuidar las articulaciones

Para cuidar las articulaciones, se recomienda hacer ejercicio regularmente, teniendo en cuenta que la intensidad de la actividad física deberá depender siempre de la edad de quien lo realice, y de su estado físico. Tener un buen tono muscular reparte más la tracción y compresión que sufren nuestras articulaciones y previene la rigidez y el dolor articular.

También se recomienda evitar el sobrepeso, ya que este aumenta la presión del cuerpo sobre las articulaciones y acelera su desgaste, así como el tabaco y el exceso de alcohol, que afectan a la micro-circulación articular, favorecen el desgaste óseo y articular, y en el caso del alcohol, deshidrata nuestros músculos, entre otros efectos.

Por otra parte, recuerda la importancia de reducir el riesgo de caídas no haciendo esfuerzos por encima de tus propias posibilidades, así como de descansar adecuadamente y de mantener siempre una buena postura, ya sea en el trabajo, durante la lectura, o incluso durante el descanso.

¿É bo estalar as articulacións? 2:12 GA

Consejos para vivir mejor: Fisioterapeuta educativo.