La electropunción es una técnica utilizada en fisioterapia que consiste en la aplicación de corriente eléctrica de baja frecuencia a través de agujas insertadas en puntos específicos del cuerpo conocidos como zonas de Puntos Gatillo dentro del músculo o cerca de ellas. La corriente eléctrica se utiliza para estimular los músculos y los nervios, y puede ayudar a aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la circulación.
La electropunción se utiliza comúnmente en el tratamiento de lesiones musculoesqueléticas, como síndrome del dolor miofascial o tratamiento de dolor de espalda, cuello, hombros y otras partes del cuerpo, así como en el tratamiento de trastornos neurológicos, como la fibromialgia. También puede utilizarse en conjunto con otras terapias, como la terapia manual y el ejercicio terapéutico, para maximizar los resultados.
Es importante señalar que la electropunción debe ser realizada por un fisioterapeuta o un profesional de la salud capacitado y experimentado en su uso. Es importante también que se realice una evaluación previa y se establezca un diagnóstico preciso antes de iniciar el tratamiento con electropunción.
En general, la electropunción es considerada segura y bien tolerada, pero como con cualquier procedimiento médico, pueden ocurrir efectos secundarios leves, como dolor o sensación de calor en el lugar de la aplicación. Por lo tanto, es importante informar al fisioterapeuta de cualquier condición de salud preexistente o alergia antes de comenzar el tratamiento.
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