Cuando bajan las temperaturas, es habitual notar una sensación de rigidez o dolor, especialmente en zonas donde ya ha existido alguna lesión, inflamación crónica o sobrecarga muscular.
Esto ocurre por varias razones:
Vasoconstricción: El frío reduce el flujo sanguíneo hacia músculos y articulaciones, lo que genera tensión y menos oxigenación.
Disminución de la movilidad: Tendemos a movernos menos y a contraer los músculos de forma involuntaria (por ejemplo, encoger los hombros).
Sensación térmica: Las terminaciones nerviosas se vuelven más sensibles, lo que puede intensificar la percepción del dolor.
💡 ¿Qué podemos hacer para prevenirlo?
Desde O Chanto, te damos algunas claves para proteger tu cuerpo en esta época del año:
Haz estiramientos suaves a diario, especialmente por la mañana y antes de dormir.
Mantente activo, aunque sea con rutinas breves. El movimiento es salud.
Abrígate bien, sobre todo la zona lumbar y cervical.
Cuida tu hidratación, también en otoño e invierno.
Consulta con tu fisioterapeuta si hay molestias recurrentes o si empeoran con el frío.
🏥 En O Chanto te ayudamos a reducir el dolor y mejorar tu movilidad
Ofrecemos tratamientos personalizados con técnicas manuales, ejercicio terapéutico y tecnología avanzada como INDIBA®, que favorece la regeneración y la circulación, especialmente eficaz en climas fríos.
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